La región lagunera es una región con ciertas particularidades que la hacen única en México. Como región (ya delimitada en el post anterior), los orígenes de esta región están ligados al proceso colonizador español del siglo XVI, cuando las expediciones españolas arribaron a estos lugares inhóspitos en busca de riquezas. Como quizás pudiera suponerse, la estadía de los primeros colonos pudo no haber sido del todo fácil si tenemos en cuenta factores como el clima extremo, la baja precipitación pluvial, el aislamiento geográfico debido a la gran extensión del territorio y los constantes enfrentamientos con las tribus indígenas de la región.
Algunas de las primera poblaciones laguneras que se remontan a los siglos XVI, XVII y XVIII surgen como presidios (Fortificación para el acuartelamiento de tropas) como lo fue el caso de San Pedro del Gallo (Durango), centros poblacionales como los centros mineros de Mapimí, San Luis Cordero, Cuencamé o Indé, centros poblacionales como Viesca o Nazas (en su tiempo denominado como Cinco señores), actividad misionera como en San Juan de Guadalupe, Peñón Blanco, Santa Clara y lo que es actualmente Lerdo (Misión de San Juan de Castas) o en el caso de Parras como zona vitivinícola. Las características arquitectónicas, gastronómicas, culturales, religiosas y sociales de esta zona están determinados en su totalidad por la influencia española que predomino hasta mediados del siglo XIX.
A mitad del siglo XIX, una serie de cambios geopolíticos y sociales favorecerían una segunda oleada cultural que terminaría de dar forma a la Comarca Lagunera. La compra de la Hacienda de San Lorenzo de la Laguna a la familia Sánchez Navarro por parte de Leonardo Zuloaga (hacendado y empresario vasco) quien se quedaría con las tierras del lado coahuilense incluyendo lo que seria la Hacienda del Torreón y daría origen a la ciudad de Torreón y Juan Ignacio Jiménez (mexicano) quien se quedaría con las tierras del lado duranguense y fundaría la Hacienda de Santa Rosa que daría lugar a la ciudad de Gómez Palacio. En tanto, el municipio de San Pedro de las Colonias, tiene su origen ligado al fin de la segunda intervención francesa, cuando colonos de la ciudad de Parras que participaron en la guerra les fueron cedidos tierras en esa zona.
Una característica que destaca en el surgimiento de lo que hoy son las ciudades laguneras de Torreón, Gómez Palacio, Lerdo, Tlahualilo y Chávez (Francisco I. Madero, Coahuila) se da en términos de la presencia de haciendas. La mas antigua de estas ciudades, Lerdo, surge a partir de la hacienda de San Fernando, la ciudad de Gómez Palacio, como ya se menciono, de la Hacienda de Santa Rosa, la ciudad de Torreón, del rancho del Torreón, La hacienda de Zaragoza es el origen de Tlahualilo y francisco I Madero tiene su origen en la Hacienda de Chávez.
Pero es precisamente en las ciudades de Torreón, Gómez y Lerdo donde la influencia multiétnica daría forma a nuestra saciedad actual. Con el advenimiento del porfiriato, la región de la Comarca se convirtió en una de las mas prosperas debido a la llegada del ferrocarril; las vías que conectaban el océano Pacífico con el Golfo de México y la Ciudad de México con Cd. Juárez en la frontera hizo de esta zona un nodo ferroviario importante que terminaría por detonar actividades económicas como la agricultura, ganadería, industria, comercio y banca. Estas actividades fueron impulsadas por una ola migrante nacional e internacional. Personas de estados vecinos de Durango, Nuevo León, Chihuahua o Zacatecas, así como de San Luis Potosí, Aguascalientes o Guadalajara llegaron a esta región en busca de oportunidades laborales, pero del mismo modo, personas de países como Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Países Bajos, Francia, España, China, Japón, Grecia, Líbano, Palestina, etc., darían origen a una de las regiones mas importantes del país, hasta nuestros días. Con este flujo migratorio llegarían también diversas formas de pensar, de ver la vida, diversas formas de creencias (católicos, presbiterianos metodistas, musulmanes, judíos, etc.) En nuestros días es posible ver aun este crisol de nacionalidades plasmado en muchos de los apellidos de la comunidad torreonense, apellidos como Haidar, Achem, Zarzar, Bujassan, Hamdamn, Mansur, Villarreal, Gurza, Wong, Lamont, Siller, Wulff, Eppen, Lack, Chiw, Chew, Papadakis, etc., dan muestra del origen multiétnico de nuestra ciudad.
La influencia de la cultura mexicana con las personas provenientes de diferentes etnias es apreciable a muchos niveles, podemos ver en la arquitectura local, la presencia de la arquitectura neocolonial española, casonas estilo victoriano, arquitectura morisca o mudéjar, propias del medio oriente, arquitectura vernácula, casas de estilo oriental, edificios art nouveau, art decó, bizantino, neogótico, decimonónico, colonial californiano e incluso brutalista. Los estilos son variados y se relacionan con la presencia de los distintos grupos étnicos que migraron a esta ciudad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Pero asi como en la arquitectura, otras manifestaciones como la gastronomía, la música o la danza también cobran relevancia debido a que, aunque las diferencias culturales puedan ser obvias, al coincidir en un punto físico geográfico particular, podemos decir que deja de ser exclusivo de una parte de la comunidad y pasa a ser compartidas con toda la comunidad, quien adopta y disfruta de estas manifestaciones humanas que no son mas que la representación de una parte de la vida. No es pues extraño, saber que en la ciudad de Torreón, por ejemplo, se celebren las fiestas de la Covadonga, muy tradicional de la comunidad española.
La gastronomía lagunera también es producto del sincretismo cultural que se vivió en esta zona. Es muy común que en la actualidad encontremos restaurantes con una variada oferta de comidas de México y de distintas partes del mundo, sin embargo, esta variedad no es reciente (20 o 30 años atrás) sino que la presencia de distintas gastronomías data desde inicios del siglo XX, tanto productos preparados como la disponibilidad de ingredientes, nacionales e internacionales fueron moldeando la gastronomía local que han dado paso a productos propios de la ciudad, que son en algunos casos, adaptaciones de las cocinas foráneas al contexto regional.
En el caso de artes como la danza o la música, la región se caracteriza por las diversas expresiones de estas artes. Muestras propias como el canto cardenche, una forma de canto «a capella» originario y único de las regiones de Sapioriz, Durango y Jimulco en Torreón. La música norteña, banda, cumbias grupera, etc., tienen también gran arraigo entre la gente de la región. Una muestra de la «norteñización» o «mexicanización» de un baile es la polka, un baile de salón que se origino en Europa que al llegar a México se le agregaron varios elementos propios que dieron lugar a la polka norteña, siendo probablemente, «De Torreón a Lerdo» la polka mas conocida en Coahuila.
El lenguaje es sin duda otro aspecto que debido a la multiculturalidad se ha desarrollado de tal manera que en la región se usan algunos vocablos que no es común escucharlos en otras partes del país, llegando incluso a ser, en algunos casos únicamente utilizados en esta zona: una palabra lagunera por excelencia es sin duda «reborujar», expresión que utilizamos para referirnos a alguna labor que nos parece confusa o a la acción de revolver cosas, pero habría que saber que esta palabra llego a la laguna debido a que su uso se extendió por los migrantes zacatecanos e hidrocálidos que llegaron a La Laguna; un alimento muy popular en la Laguna son sin duda los «lonches» que consisten básicamente en el muy tradicional «pan francés lagunero» al cual se le agregan diversidad de alimentos como queso, aguacate, carne, tomate, cebolla, etc., dependiendo el caso, lo que para muchos foráneos vendría a ser una torta; la diferencia que se establece en estos lados es que el pan con el que se prepara no es el mismo, además, esta adaptación lingüística viene, muy probablemente de adoptar y adaptar la palabra inglesa «lunch» que trajeron los migrantes norteamericanos. palabras como «tabarete», «moyote», «asquel», «torrejas», etc., forman parte también de nuestra particular forma de expresarnos, producto del sincretismo cultural de principios de siglo XX.
Esta recapitulación nos permite sentar el punto de partida del cual se van a deprender y desarrollar las demás entradas y como se vera, cada aspecto a tratar tendrá que ver con el origen multiétnico de nuestra región. Y es que es innegable que lo que hoy es La Comarca Lagunera, es el productos de las interacción de las distintas etnias que la construyeron desde sus cimientos y es esta multiculturalidad lo que nos va a permitir conocernos y reconocernos como parte de una región que tiene elementos culturales característicos, tangible e intangibles que deben y merecen ser preservados y/o recuperados con el principal objetivo de hacer de nuestra región, un sitio prospero.