Cuando se inició este blog, la idea original era abarcar diversos temas de interés, sin embargo, por mil y un razones la temática de este blog fue orientándose exclusivamente a cuestiones relacionadas con la historia, la cultura y la identidad de Torreón y la Laguna abarcando temas como la critica a las políticas de «conservación» del patrimonio histórico d la ciudad, al descuido y/o destrucción de nuestro patrimonio, de hablar de los hechos históricos y los personajes que dieron forma a nuestra región así como elementos de identidad como su arquitectura. Ha sido un gran viaje y sin duda me agrada de sobremanera el rumbo que tomó, y es por ello que bajo ese contexto, escribo esta entrada para seguir haciendo (no por gusto) el mismo reclamo que vengo haciendo desde hace años: el descuido de nuestro centro histórico.}
Ya se ha hecho patente que las acciones emprendidas por los gobiernos locales han sido, en el mejor de los casos, insuficientes, porque la realidad sobrepasa cualquier discurso o informe de «resultados»; la destrucción del patrimonio histórico sigue siendo una constante, el poco interés de las autoridades sigue patente, la omisión consciente o inconsciente de los dueños de inmuebles es aun ms evidente.
Mucho se ha hablado ya de que es un problema mayor la destrucción de inmuebles históricos o de valor arquitectónico: recientemente una casa ubicada en Av. Allende entre C. García Carrillo y Comonfort fue destruida para dar paso a la ampliación de un hospital privado sin que nadie reparar en valorar la importancia del inmueble en términos de su estilo arquitectónico; en años anteriores se hablo también de la demolición de un inmueble en Av. Matamoros y C. Treviño para construir un estacionamiento, y ante estos hechos, las autoridades municipales permanecen (porque aun lo hacen) calladas ante la perdida del patrimonio arquitectónico de la ciudad siendo lo mas triste que esto se viene dando desde hace décadas. Esto contrasta con el anuncio que el actual alcalde, Román Cepeda, diera hace poco mas de un año donde mencionada la elaboración de un proyecto de rescate del centro, el cual, ha brillado por su ausencia.
En términos reales, hasta la fecha no hay propiamente un plan de rescate del centro histórico, salvo un anuncio que hizo el director de Obras Publicas de una inversión inicial de 23 millones de pesos de los cuales, según Adolfo von Bertrab Saracho, se están ejerciendo 10 millones en una primera fase asignados para museos y centros culturales, hasta ahora no se sabe en que se emplearan los otros 13 millones; hasta ahora no ha habido pronunciamientos sobre proyectos orientados a la mejora de fachadas, mejoras de vialidades, etc. En todos estos años, otras asignaturas pendientes han sido la mejora de servicios como drenaje, pavimento, mejora de banquetas, incluso, nunca se ha puesto, al menos de manera formal la iniciativa de instalar cableado subterráneo, eso sin mencionar que la CANACO entro al quite solicitando la reactivación del Consejo del Centro Histórico de Torreón y mientras esperamos que las autoridades se dignen a tomar acciones concretas, seguiremos viendo el deterioro de los primeros cuadros de la ciudad.
Y es que como ya se ha mencionado anteriormente, ir a centro de Torreón es ir a un lugar increíblemente contrastante: uno puede ir al primer cuadro de la ciudad y toparse con construcciones tan señoriales y elegantes como el Casino de la Laguna, el edificio Arocena, el Hotel Salvador, el teatro Isauro Martines y un numero considerable de casas y chalets de peculiar belleza, pero al mismo tiempo darse cuenta que comparten espacio con otras construcciones deterioradas, en algunos caso sucias y otras tantas a punto del derrumbe debido al abandono, y es que ese es precisamente otro problema clave.
El primer cuadro de la ciudad luce abandonado, se ha desincentivado la vivienda y el comercio en la zona no es lo que solía ser debido a que la zona comercial mas fuerte en la actualidad se ha movido a la zona oriente de la ciudad con rumbo a la carretera nueva a San Pedro, la zona de Blvd. Independencia, Paseo de la Rosita, etc., lo cual no es propiamente algo malo, ya que se debe buscar el desarrollo para toda la ciudad, incentivando todas las actividades económicas y que estén al alcance de todos los sectores urbanos, lo que no es correcto es marginar a la zona histórica, origen de la ciudad a un muy lejano segundo plano fomentando su decadencia.
El rescate del centro histórico sigue siendo una asignatura pendiente, no solo de esta administración, sino de todas, TODAS las que le han antecedido desde por lo menos 40 años. La tarea de rescatar el centro histórico con un plan contundente, pero al mismo tiempo bien estructurado y de ser posible asesorado por INAH/INBAL es urgente; el trabajo es extenso y hay varios puntos que se deberían considerar: arreglar fachadas de negocios (buscar aplicar los estilos arquitectónicos que imperaban durante la primera mitad del siglo XX), reconstrucción de inmuebles con valor histórico/arquitectonico que puedan ser utilizados com espacios culturales y/o comerciales, instalación de cableado subterráneo, mejora de banquetas, pavimentación, drenaje, alumbrado publico y arborización, impulso a la vivienda (sin permitir la construcción de edificio vivienda vertical debido a la posible destrucción de inmuebles antiguos) y el impulso al comercio local, que son precisamente los puntos de los que adolece nuestro centro histórico.
El lado bueno
Aunque pareciera vislumbrarse un panorama malo, ha habido también noticias esperanzadoras que deben de ser el ejemplo a seguir de los dueños de fincas antiguas del centro de la ciudad: en primer lugar, el rescate y rehabilitación por parte de un particular, de la casa que perteneciera al empresario de origen español Fernando Rincón y que fuera construida por Cesáreo Lumbreras que ahora será la sede del Centro de las Artes del Norte (CAN); de igual manera, el rescate y nuevo uso que se le esta dando al antiguo Hotel Galicia donde hace meses se llevo a cabo el «Coyote Art Week», lo que le da un nuevo uso a este histórico inmueble» y por ultimo, pero no menos importante, el rescate de la antigua Casa de la Cultura que se encuentra en Av. Morelos entre Idelfonso Fuente y Treviño, que fue restaurada y ahora convertida en un negocio del giro restaurantero. Los tres casos son ejemplo tangible que se debe y se puede rescatar nuestra historia materializada en sus edificios. Sin duda, son noticias esperanzadoras que esperemos, puedan ser reproducidas en otros puntos del centro histórico de la ciudad, donde tanto particulares como autoridades se den la tarea de devolverle el esplendor de antaño al centro histórico de Torreón.